Seguimos contando la experiencia vital durante el incendio. Si queréis un recorrido cronológico:
Incendio Calicanto. Primeras noticias.
Incendio Calicanto. Llegada a casa.
Incendio Calicanto. Huida de casa.
Incendio Calicanto. Segunda evacuación.
Incendio Calicanto. Diferencias de concepto.
Incendio Calicanto. Viaje a ningún lugar.
Incendio Calicanto. Regreso a casa.
En los últimos metros vimos un coche por delante de nosotros. Era el de un amigo, aquel a quien llamamos desde el centro comercial por si podíamos dejar a los perros en su casa. Lo primero que hizo, una vez consiguió entrar en la urbanización, fue ir a su casa, asegurarse que el fuego no había llegado a su zona y que sus animales estaban bien. Luego había venido a nuestra casa a ver si habíamos podido regresar o si le había pasado algo.
Milagrosamente (o al menos eso pensamos en los primeros momentos) la casa se había salvado. Luego comprobamos que pese a haber sido barridos por el fuego que había dañado, incluso arrasado, muchos jardines, apenas una par de casas en nuestra zona y quince en toda la urbanización se habían quemado. El resto no.
Evidentemente no niego que pueda haber existido el factor suerte, ver como la ceniza había entrado incluso con las puertas y ventanas cerradas nos hace pensar que si en lugar de entrar como ceniza (ya apagada) alguna de ellas hubiese llegado a entrar como pavesa (aun encendida) podíamos haber perdido la casa.
Pero en la mayoría es evidente que el método constructivo de España nos ha salvado de lo que en Estados Unidos habría sido una pérdida total. Es más teniendo en cuenta el alcance del fuego y la posición de nuestra casa, de la zona de bungalós adosados (que dicho sea de paso incumplen la normativa que nos aplican a los particulares) que separa el incendio de la casa de mis padres y de esta, posiblemente su casa también hubiese caída pues fue la falta de elementos combustibles de la zona construida lo que paró el fuego y no los servicios de extinción.
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