Supervivientes del incendio de Calicanto (Torrente-Chiva)

El incendio que habréis visto en las noticias nos ha pasado literalmente por encima. Si algún momento tengo para pensar que alguien nos cuida desde ahí arriba, aunque muchos no lo crean.

Hoy correspondía realizar la entrada con algún tipo de especial de fin de semana, y en sí es especial, pero el especial que comenzamos hoy continuará la próxima semana, con la narración del algunas labores urgentes. Pero hoy empecemos por el principio. Y el principio, al menos para mí fue cuando el pasado martes vi una columna de humo desde el pasillo de la oficina, cuando volvía a trabajar a mediodía, tras haber salido a comer.

Cosa curiosa pero me pareció lo bastante llamativo como para hacerle una foto, aunque pensaba que volvían a existir problemas en el vecino municipio de Monserrat. No me pareció que esa ubicación fuese tan cerca de casa. Diez minutos después de hacer la foto mi mujer me llamaba: estaban evacuando la zona. Avisé a mi jefe y corrí con el coche a casa. Si hubiese sido cualquier otro día mi mujer y yo habríamos estado en la oficina, con lo que posiblemente no nos habríamos dado cuenta de nada hasta que hubiera sido tarde. Pero debido a las vacaciones escolares, nuestro hijo no tenía colegio y mi mujer se había pedido esos días.

Llegando ya a la urbanización el humo amenazaba estar más cerca, mucho más de lo esperado. ¡Poco sabía yo cuan cerca iba a estar!