El primer acto de las Fallas de Valencia culminó ayer a las ocho de la mañana. Pues esa hora es la que oficialmente finaliza La Plantá, el levantamiento de los egregios o modestos monumentos que tienen que estar finalizados para ese momento, o al menos esa es la teoría pues por obvias razones no hay un controlador en cada falla reloj en mano para cortar el tiempo. Sin embargo, a partir de ese momento, y en cualquiera, los jurados que inician su ronda por las fallas de su categoría pueden llegar a visitarla y si no estuviese terminado el montaje la falla seria descalificada de Concurso.
Aunque cada vez se está profesionalizando el acto de la Plantá, sobre todo porque los artistas falleros , en especial en las grandes, recurren a grandes medios técnicos y grúas para mover las inmensas moles que son la Fallas hoy día, siempre quedan detalles, como las bases de césped, o piedras, la posición de algunos comentarios y pequeñas labores que, por tradición y en recuerdo de los antiguos tiempos, son llevadas a cabo por los falleros de la comisión. Eso en las fallas en las que menos participan, pues muchas de las fallas más modestas suelen recurrir a vehículos particulares, furgoneta o turismos, en algunos casos, con bola para enganchar un remolque, para realizar el traslado de parte o la totalidad de la Falla, como un método para abaratar costes, y por supuesto colaborando en las muchas tareas manuales que no requieren personal especializado. Desde aquí queremos mostrar nuestro reconocimiento y desear suerte a esas Fallas más modestas y que aún siguen, aunque sea por necesidad, en recuerdo de aquellos tiempos en que los artistas confeccionaban las fallas por capas y las iban montando con ayuda de toda la comisión desde arriba hacia abajo, subiéndolas poco a poco y poniendo la capa inferior a las ya montadas. Por eso, por tradición y por arte apoyamos la declaración de las FALLAS COMO PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD.