Truco: Puerta que roza

Aunque hace tiempo que paso he pensado en traéroslo aquí en esta sección de trucos y materiales. El tema se inició debido a que por la mala colocación del suelo varias de las puertas nos rozan. La solución ideal sería desmontar la puerta, cepillarla, barnizarla y volverla a montar.

El paso del barniz existiría en un mundo ideal, ya que su función es evitar que la puerta se ensanche al tomar humedad del suelo si, por ejemplo, lo limpiamos con demasiada agua o se nos derramase algo, pero si las desmontásemos nos sorprenderíamos de las ocasiones que ese paso no ha sido realizado por los profesionales, por llamarles algo, que han construido la vivienda o realizado la última reforma.

En este caso concreto podemos ver como la puerta roza en el ladrillo que está más elevado.

Puerta que roza

La puerta en cuestión no ha sido desmontada, pero otra de la misma vivienda que tuvimos que desmontar para unos arreglos nos reveló algunas cosas: La primera es que por un peculiar montaje no es posible quitar la puerta sin desmontar la parte superior del marco, pues choca con este, y la segunda que al desmontarla comprobamos que no estaba barnizada por la parte inferior.

Debido a que la falta de protección no era determinante nos plateamos una opción distinta a la hora de corregir el roce con el suelo.

Esta solución consiste en lijar la puerta. Pero… ¿Cómo la lijamos sin desmontarla?

La solución está en cinta de carrocero, bastante cinta, dicho sea de paso, y algunas hojas de lija.

¿Por qué la cinta? Fácil, el primer intento nos permitió lijar algo la puerta pero se hacía complejo sujetar la lija y mover la puerta.

Puerta que roza

Pero con la cinta de carrocero podemos sujetarla con relativo éxito, aunque en ocasiones se suelte y haya que volver a ponerla.

Puerta que roza

Y también es posible que tengamos que poner la lija de nuevo:

Puerta que roza

One comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *