El siguiente paso es poner los ladrillos que serán la base de las puertas, para lo que es necesario que estos se queden absolutamente planos, por lo que pondremos unos trozos de ladrillos en la parte más baja para asegurarnos que la masa no cede y pierde volumen. Además usaremos una serie de pajitas para crear puntos por los que la caja tenga un drenaje por si le llegase a entrar agua.
Sobre la masa de mortero y la compensación de trozos de ladrillos ponemos dos ladrillos del cuatro y nos aseguramos con el nivel que estén correctamente horizontales. Una vez terminemos la otra fase de esta acción deberemos volver a comprobar que sigue horizontal.
Tras haber fijado la base tenemos que poner en el lateral los ladrillos que llevaran el marco a u posición y que nos permiten realizar el cierre completo de la hornacina. Naturalmente en este caso usaremos el nivel perpendicular y también la plomada para asegurarnos que la masa de mortero no los desvía de la vertical… además no hay nada que nos garantice que el muro esté completamente vertical.
