La obra acabó siendo mayor de lo previsto, al menos mayor de lo previsto por mí y por el presupuesto que habíamos solicitado. Naturalmente tampoco se ajustó al presupuesto, aunque supuestamente la mayor altura derivada de la caída del terreno estaba incluida, los cambios derivados de esta absorbieron, seguro, parte del coste de las modificaciones inicialmente “incluidas”.
Pero ese no era el problema. El problema es que estos albañiles no llevaban en su cuadrilla ni electricista ni fontanero. Y al subir la altura del terreno por el muro tanto el grifo de riego como el cuadro eléctrico de la piscina y algunas otras instalaciones quedaban bajo la línea del suelo. Se imponía su traslado.
Aunque lo abordamos todo de golpe, más o menos, al menos en su fase inicial, la retirada de las instalaciones de agua, desagüe de la piscina y electricidad, vamos a verlas por separado empezando por la parte eléctrica:
El primer paso, naturalmente, consistió en cortar la corriente. Eso es algo que tenemos que tener muy claro cortando la corriente de la línea donde vamos a trabajar, y en la duda la general de toda la casa, tanto por seguridad como para evitar daños en la propia instalación. Una vez cortada abrimos las cajas: la de automáticos y la de control de la piscina, que había sido trasladada de la antigua cubierta de la depuradora al lado del cuadro eléctrico por los que realizaron el cambio de la depuradora de la piscina.
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