Como comentamos en el anterior artículo una fina capa de masa de cemento procedente de los restos de la obra del jardín, de esta forma cuando acabamos un día lo previsto volcamos aquí lo que nos sobra en lugar de diluirlo para destruirlo. Esa es siempre una buena política, aunque implica tener varios proyectos en danza, pues al preparar algo que no corra prisa para recibir los restos hay menos material a desechar.
Una vez secado el cemento y apoyándonos en una piedra en la parte interior miramos el espacio que nos va a quedar para el bloque de hormigón que usaremos para definir el escalón, la prolongación del existente y por ello al nivel que este nos dé.
Vemos que baja un poco el nivel pero teniendo en cuenta lo que ocupa la masa que lo unirá a la cimentación y el hormigón con lo que lo cubriremos todo posiblemente vayamos escasos de hueco si la cimentación llega hasta arriba de la represa creada.
