Completar el escalón

La apertura del sótano hacia el jardín nos dejó una puerta a medio metro de altura sobre el terreno, sí sobre el suelo en lugar de debajo de él. Esto es así porque la casa está en la ladera de una montaña, una ladera con más del 100% de pendiente, y lo que en la parte de la fachada está bajo tierra en el otro extremo, en realidad en medio de la casa pues el sótano solo cubre media casa, a solo cinco metros de la fachada el nivel ha bajado otros tantos. Algo menos pues lo que se extrajo para la cimentación se dejó que rellenase entre medias.
El caso es que aunque empecé a realizar una escalera para cubrir ese desnivel, dado que vinieron albañiles a realizar otras obras le encargué que realizase la escalera del sótano haciendo los escalones en forma de una U ancha, con el primero en línea con la puerta (un poco más que el ancho de esta) y los demás cerrando con los brazos de la U hasta llegar a la pared, de esa forma no hay que montar ningún tipo de barandilla ni pasamanos.
El problema es que esta realización dejó un trozo de medio metro, más o menos, del terreno «natural» entre esta escalera y otra más antigua, que nos permitía bajar cómodamente el desnivel de las vigas de la cimentación, un murete de algo más de medio metro de altura que une los pilares del lateral. Este terreno inclinado e inestable provocó que mientras hacia la obra de ampliación del jardín y traslado de instalaciones que os estoy contando pisara mal y cayese, con todos los trastos que tenía en la mano, al suelo. Enfadado por ello me planteé arreglar el problema. Estaba tan enfadado por ello que ni realicé una foto previa a la primera actuación.