Y una vez conectado todos los cables podemos volver a conectar la corriente, es más necesitamos conectar la corriente para comprobar que lo hemos hecho bien.
Lo que sí esperamos a la comprobación es para apretar los tornillos de la caja de empalmes y para tapar las hornacinas. En algún caso incluso para repintar la obra cubriendo aquellos lugares donde la pintura se ha soltado al retirar las protecciones, pero eso más por tener otras cosas que hacer que porque sea necesario esperar.
También cerramos la tapa de la caja intermedia, lo que es necesario para terminar el paso entre el jardín de la piscina y el huerto.
En la instalación del primer enchufe, el que nos corría más prisa por ser el que limitaba el alcance del cable y nos determinaba si teníamos o no que sustituir este, hemos reutilizado todos los materiales posibles de la protección de los dos enchufes para el primero, con el resultado de que ahora tendremos que rehacer y montar todas las protecciones para el segundo.
Para empezar hacemos la plancha que va a ir directamente unida al enchufe y ponemos en ella los tornillos que la van a sujetar a la valla. En este caso vamos a prescindir de la soldadura química, que se ha demostrado poco versátil y poco durable en el exterior y vamos a limitarnos a fijarlos con tuercas.
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