Os dejé pendientes de un comentario sobre el material llamado hoy día DM o “densidad media” que, aunque casi nadie usa ya el otro nombre, en los tiempos en que iba a realizar el cabecero lo comercializaban bajo el nombre de “madera maciza”, pues así lo había registrado en España, en el registro de patentes, la empresa que lo comercializaba en España.
Ciertamente estamos ante un material más denso, más apretado, y por ende más pesado que el conjunto de colas, astillas y serrín basto conocido bajo el nombre de aglomerado. En ese sentido sí es más denso y por ende más macizo, pero el problema está en que no es madera, aunque en la mayoría de los casos pueda funcionar como tal y sustituyéndola. En realidad estamos ante un triturado, mucho más fino que el aglomerado, de celulosas, que puede incluir algún tipo de serrín, pero que básicamente estaríamos hablando de una especie de cartón o papel de alta densidad.
Aunque naturalmente no es su misión actuar como cartón o papel sino en lugar de la madera. Lo cual, he de reconocer, hace bastante bien, salvo que estemos en presencia de humedad. En ese caso se comporta como el aglomerado, o aún más escandaloso, hinchándose sin posibilidad de retorno y desmenuzandose en una especie de nube algodonosa, donde muestra su verdadera naturaleza celulósica.
