Dejando aparte el tema de la denominación comercial, hoy día creo que retirada por los tribunales, del material, vamos a empezar con el montaje del mismo. Omitimos la parte de corte, o al menos la mayor parte, ya que las tablas las compramos cortadas a medida. Únicamente realizamos algunos ajustes en forma de leve retoque eliminando la esquina a algunas de las partes, dándoles un radio de corte de 5 centímetros.
El motivo de hacerlo así es porque este cabecero de cama, como ya os comenté, va a ser instalado en una habitación infantil y queremos reducir las aristas y esquinas, que en caso de golpe podrían causar daños.
La forma de hacerlo es fácil: medimos dicha distancia desde la esquina en ambos lados y trazamos con la escuadra la línea perpendicular al lateral de medida (lineas rojas), y por tanto paralela al lateral de referencia, para encontrar donde se juntan ambas líneas. Ese será el punto centro para el compás.
Para cortarlo usamos la sierra caladora, con una sierra especial
para corte curvo. Una opción fácil para iniciar los cortes es hacerlo por medio de la zona a desechar, ir hacia la curva y cuando lleguemos a ella seguirla, tal como podemos ver en la línea verde. Luego un segundo corte siguiendo la línea azul y darle con la escofina de madera para rebajar el pico que queda tras esta segunda entrada y lo tenemos. Otra opción, más simple conceptualmente, es empezar a cortar justo por la esquina, pero el inicio en este punto es difícil, debido a que debe ser un ángulo muy cerrado y con la sierra de corte curvo es posible que se doble.
