Colombia no se rinde, España sí

Colombia no se rinde, España sí

Cuando poco después del referéndum de Colombia comenté con un amigo que mi off-topic del fin de semana iba a ir sobre el referéndum este se extrañó. La verdad es que me dijo que apostaría contra ello sino fuese porque simplemente podía hacerlo para ganar la apuesta. Sus argumentos eran que no lo haría porque tenía el escándalo del comité federal del PSOE para hincarle el diente, casi igual reciente, todos mis off-topics son sobre España y sobre todo porque de entonces (lunes) al sábado seguro que tendría algo más jugoso para hablar como el juicio de la Gurtel, aunque no creía que lo hiciera porque sería meterme con el PP.
En realidad se equivocaba: voy a hablar de Colombia, pero también de España. El comité federal del PSOE no ha traído nada nuevo, per se, para todos los españoles, puede ser la semilla de algo nuevo, o no serlo (así que hablaremos de ello en su momento) y sí me voy a meter con el PP, no por unos cuantos chorizos (aunque esos incluyese parte de la dirección del PP, lo que no sé si es el caso) que han distraído fondos públicos mediante comisiones de empresas a las que luego aceptaban sobrecostes, cuando tenemos otros casos, de los que ninguna televisión habla, o si es noticia que debería ser de portada lo tratan de pasada en la cuarta o quinta noticia, como es el caso de los ERE o de formación, donde se ha distraído mucho más dinero público y además directamente.
El caso es que Colombia ha dicho NO a la rendición, a un tratado que implicaba no solo la impunidad de los terroristas de las FRAC y su conversión en un agente político (lo mismo que Rajoy y ZP —o ZP y Rajoy si hablamos en orden temporal— han hecho en España con ETA legalizando sus marcas nuevas de Amaiur y Bildu) pero sobre todo han dicho NO a una reforma legal que implicaba convertir amplias zonas de Colombia, de hecho, en la republica comunista por la que las FARC luchan: en resumen una rendición en toda regla.

Colombia no se rinde, España sí
Rendición mucho mayor que la del caso español, quizá porque aquí ETA asumió que algunos objetivos, como la independencia de Vascongadas y Navarra como república comunista aún no era viable, que ha implicado un referéndum, a diferencia de España, donde ha bastado la traición de hecho de los políticos y jueces sin cambiar las leyes, solo su aplicación, arriesgándose a que un futuro líder del PP (o quizás un éxito electoral de otro partido de centro —Ciudadanos— o de un futuro partido de derechas —una escisión del PP liderada por Aguirre o Álvarez de Toledo— u otra posibilidad) decida aplicar la ley en lugar de mirar hacia otro lado, como hacen la pareja ZP y Rajoy.
Un elemento fundamental en el NO, en un No contra el que estaba el gobierno, la gran masa mediática de las televisiones, radios y diarios, las organizaciones internacionales y hasta la Iglesia Católica. Un NO en el que según me indican mis amigos del país ha sido debido principalmente a los llamamientos, a través de las redes sociales y de algunos medios de Internet (incluso uno español) de los expresidentes colombianos Uribe y Pastrana, pero también la Iglesia Evangélica de Colombia. Un papel que me gustaría que aquí (y allí) hubiera jugado la Iglesia Católica, mucho más mayoritaria en España en miembros y apoyos que la Evangélica en Colombia, en defensa de las víctimas y en demanda de justicia.
Es de esperar que la Iglesia, en seguimiento del mandato de Cristo, hable de perdón, pero de ahí a darle la victoria como sujeto político, en España, e incluso con la concesión de zonas al régimen no democrático propugnado por las FARC, media un mundo que hace que muchos no solo consideremos que esa cesión no es Paz, sino rendición y que nos alegremos de que los colombianos hayan dicho que NO, cosa que a los Españoles no se nos ha dado opción, secuestrada la política por los partidos partidarios de la rendición y los partidarios de los terroristas.

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