La amoladora o radial es uno de los elementos típicos de la albañilería y del «fer y desfer» asociado a dicha labor, como se dice en mi tierra. Lo que expresado en español se traduce literalmente por «hacer y deshacer».
Esto es así pues en muchas ocasiones da idea que lo que se hace por una parte se deshace por otra. Y aunque existen, en algunos casos, herramientas más especificas, es la principal en corte de metal, hormigón, ladrillos y demás elementos de la obra, sobre todo una vez instalados.
También llamada radial o circular, por los profesionales aunque, en el campo del bricolaje es mejor prescindir de esta última denominación, ya que podía confundirse con la sierra del mismo nombre usada en carpintería, con la que poco tiene que ver.
Usada para corregir errores, lo que le ha valido su mala fama, también es muy útil para hacer rozas y pasar instalaciones, ya que aun existiendo una herramienta especifica (la rozadora) se usa bastante más esta, pues su propósito es más general y siempre es mejor trasportar una herramienta a dos. Pero es o no es más que una muestra de los múltiples usos de la misma, ya que el uso dependerá del disco que le pongamos, principalmente, y de algún otro complemento que podamos usar.
Los más habituales son los discos de corte para metal o piedra de tipo abrasivo, aunque estos últimos están siendo reemplazados por los discos de diamante, dada su mayor duración y menor desgaste. Pero también disponemos de discos parta pulir piedra o afilar metal o de diversos cepillos para eliminar pinturas y barnices.
Existen tres tamaños más comunes, aunque a nivel profesional podemos encontrar algunos intermedios. Dos pequeños, para labores delicadas y uno mayor, para grandes trabajos. El tamaño viene indicado en función del disco de corte que podemos montar. Si bien este seria el máximo y en los dos modelos pequeños, el mayor, admite ambos sin problemas, en la grande, debido a las diferencias de velocidad de giro, no es recomendable montar discos de ninguno de los dos tamaños pequeños. Los tamaños más habituales en ferreterías y tiendas de bricolaje indicados en mm son 115, 125 y 230. También podemos encontrar de 150 y 80 en el segmento profesional, pero su compra nos obligara a recurrir permanentemente a este canal para obtener los repuestos (discos) que deberemos ir cambiando periódicamente debido a su desgaste.
