Feliz Navidad
Hoy es del día de Navidad. Para todos aquellos que pensamos que la conmemoración del nacimiento de Jesús es un buen momento para reflexionar y hacer balance es el momento de la espera.
Para los que nos dedicamos al bricolaje también es una excusa para dedicar nuestros esfuerzos a la recreación de la atmosfera de Belén, una recreación que puede ser tan ficticia como poco fiable la fecha exacta del año, ya que no existe documentación que la apoye, pero en la que lo que cuenta no es la fidelidad física sino la trasmisión del mensaje de paz y hermandad, de humildad y amor.
Pero sobre todo, como la mejor representación del mensaje de Jesús, es el momento de perdonar a los demás, de sentirnos todos hermanos y miembros de una sola especie: la especie humana, la única capaz de reflexionar (aunque lamentablemente parezca que no todos sus miembros) sobre aquellas cosas que no s rodean y sobre lo que nos ayuda a ser mejores, de sentirnos más hermanos y de ayudarnos unos a otros.
Que no perdamos nunca de vista que los regalos que intercambiamos, los buenos deseos y las felicitaciones no es más que una expresión del sentimiento de cercanía a los demás que proviene del mensaje de Jesús, un mensaje de paz, de hermandad y de perdón alejado de todas las religiones anteriores (y de casi todas las posteriores) que se plegaron a las necesidades de los estados y de los ejércitos y que hacían de la religión instrumentos de su poder. Ese es el verdadero mensaje de Jesús: que el hombre importa más que las sociedades que estos forman.
