¿De verdad son “servicios” públicos?

¿De verdad son “servicios” públicos?

Aún hay tiempo pero no tengo ninguna esperanza de la posibilidad de cambio, por lo que supongo que de un momento a otro, como en los posibles tres fines de semana pasado se irá el agua.

¿De verdad son “servicios” públicos?

Y es que vivir en una urbanización está bien, pero desde que hace años tanto el PSOE de Torrente como el PP de Chiva se dedicaron a destrozar el servicio de aguas y repartirlo entre sus amiguitos la cosa no ha ido bien, empeorando más cada día y ahora (desde poco después de las elecciones municipales) que el concejal de turno (que ignoro de cuál de los ocho partidos que forman el desgobierno municipal es) o el alcalde de Compromis, la han entregado al mejor postor la situación ha empeorado llevándonos al caos.
Como ya digo en las últimas tres semanas los cortes de agua han sido constantes, tanto que esto parece la electricidad de Venezuela, que nadie sabe cuándo va a haber o siquiera si habrá, claro que teniendo en cuenta los que forman el equipo de gobierno municipal no me extraña, ellos querrían que toda España fuese la Venezuela de hace unos años, claro, no al de ahora que por fin levanta el vuelo, o al menos lo intenta.
Lo cierto es que los servicios públicos, cada vez son menos servicio, y lo malo es que eso podemos decirlo tanto de cuando son públicos como cuando son privados, en manos de amiguitos o soporte financiero de aquellos que los otorgan, ya que ninguno se preocupa de que funcionen y por lo tanto actúen como servicios públicos, preocupándoles solo los que se prestan en zonas densamente pobladas, y probablemente solo porque un mal servicio acabará redundando en múltiples quejas y pérdida de votos.
Lo dicho los servicios públicos cada vez son menos servicios y cuanto más públicos solo sirven para que el mandamás de turno engorde el bolsillo.
No tengo pruebas de ello, por supuesto, si las tuviese estaría ya en los jugados poniendo las correspondientes denuncias, pero visto lo visto y como van, cada vez peor con cortes continuos de suministro, continuas mentiras y excusas diferentes a cada llamada, como si de un mitin de campaña se tratase, y después de más de cinco cortes en tres semanas, alguno de ellos de más de un día, no me creo que sean tan negados como parece (o mejor dicho que si lo son nadie tome medidas) y no pase nada, por lo que supongo que ese “no pasar nada” tiene un precio.

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