Belén: hora de recoger

Belén: hora de recoger

Dependiendo de la complejidad tamaño y, en su caso, compromisos existentes, para muchos este fin de semana es el de la recogida, o el del inicio de la recogida, del Belén.

Finalizadas las fiestas por el nacimiento y manifestación de Jesucristo a todo el mundo, pues eso último es lo que representa la Epifanía o Día de Reyes (lo cual es curioso, pues en ningún lugar de la Biblia se dice que fueran reyes, solo Magoi —magos o sabios, posiblemente sacerdotes babilonios o medos, reinos en teoría enemigos de Israel— y lo de reyes es una adición posterior, posiblemente medieval) llega el momento de la recogida, de guardar figuras, luces, casitas y demás complementos, así como adornos y arboles (si son artificiales y plegables) o de intentar reciclar los naturales, ya sea plantándolos ya troceándolos para usarlos en la barbacoa este verano.

Feliz Navidad

Pero el hecho de guardar las figuras no debería ser motivo de guardar también los buenos propósitos, la hermandad que estas fiestas suele traer, ni tampoco debe ser momento para renunciar a la importante defensa de nuestras culturas y tradiciones que ha nacido este año concreto, debido a los desgraciados hechos acaecidos en Alemania, donde parece que la conciencia europea ha empezado tímidamente a despertar, a caer en la cuenta que nuestra religión es parte de nosotros y que no podemos, no debemos , renunciar a ella si no queremos suicidarnos como cultura. Esperemos que ahora, en el momento de recoger, no se recojan también esos sentimiento reivindicativos y los ataques diarios, quizá  menos violentos aunque no siempre como pasó en la Bretaña francesa con el asesinato de un sacerdote, no se guarden también en el cajón, pues eso sería el final de Europa, tal y como la conocemos, para convertirse, no en una tierra de más libertad sino en otra tiranía islámica más.

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