Antes de que se seque del todo fijamos unos zunchos en los huecos de cada uno de los bardo de forma que nos ayuden a fijar los que van a constituir el techo. Nos centramos también en que la parte sobresaliente no lo sea más que el grosor del bardo.
El siguiente paso es la confección del techo, para ello en medio bardo que vamos a usar pegado al muro lo dotamos de una estructura metaliza con la que se una más fuertemente. Para ello rellenamos de masa de mortero el hueco.
Y después ponemos en el la estructura metálica que tenemos como sobrante de otros usos. Es un resto de una verja y los pinchos quedan unidos por la barra que enterramos en el mortero.
El siguiente paso, una vez se han secado tanto los zunchos de los ladrillos verticales como la malla en peine que hemos puesto en el del techo es medirlo y perforar los huecos por los que los pinchos del peine se fijaran al muro.
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