Para ello usamos un trozo de cable, ya que el que venía de los automáticos se quedó en estos y de momento lo dejaremos allí para que nos sirva de recordatorio respecto a cuál es el automático de la piscina, que unimos al que llega de la entrada, con el fin de conseguir que este nos llegué hasta una zona dónde poner el programador.
Por eso primero lo montamos en la caja del programador, en la misma posición que estaba el cable e entrada.
Y luego lo empalmamos al cable que nos llega desde la casa.
Lo aislamos con cinta para evitar que le pueda afectar el agua y la humedad. Aunque va a estar protegido (si no necesitaríamos un aislamiento mucho mayor) siempre es mejor proteger los empalmes.
Una vez realizado esto, en puridad deberíamos hacerlo antes de aislar el empalme, conectamos el automático de la línea en casa y comprobamos que funciona y la depuradora se pone en marcha, pero como la cinta aislante es barata preferí aislarlo primero y subir a conectarlo, en lugar de hacer dos viajes. Una vez verificamos que funciona tapamos la caja del programador y lo dejamos sobre las válvulas de las conducciones, que es un lugar estable y seco
Con esto hemos acabado la primera parte de la instalación eléctrica, dejando operativo lo mínimo hasta que finalice la obra. El resto (transformador del foco de la piscina, enchufes de la valla de la piscina) nos limitaremos a retirarlos hasta que la obra esté terminada.
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