Una vieja estantería, en realidad no tan vieja, puede dejar de ser útil cuando no son los estantes los que sujetan a los libros sino que son los libros los que sujetan a los estantes, y eso es lo que nos pasaba con esta. Aprovechamos que tuvimos que moverla para pintan la estancia en la que estaba para tratar de recuperarla.
Lo primero es el diagnostico del problema. Tras haber sustituido hace ya unos años los soporte rotos de los estantes, que eran de plástico, por unos más resistentes de metal, la caída de los estantes no puede ser por ruptura de los topes. En realidad el problema está en la madera que ha cedido.
Por ello optamos por una solución practica, aunque no demasiado decorativa, que es atornillar los estantes desde fuera. Por ello usamos los topes únicamente para ver la posición de los estantes vacíos, luego los retiramos y en su posición taladramos con una broca pequeña (3 ó 3,5 mm) el agujero guía.
