Iluminación Baño

Siempre que uno se instala en un piso nuevo se adoptan soluciones provisionales, si no se puede tener la definitiva. La parte habitualmente más sacrificada suele ser la parte eléctrica, más concretamente la iluminación, porque es la más fácil. Poner una bombilla, o una pequeña lamparita de pinza, como es este el caso, nos permitió tener luz unos meses, en el baño, hasta que encontramos las luces que nos gustaron.

Puesto que tenemos un único punto de salida de luz y compramos dos lámparas, la única solución es desplazar y duplicar la ubicación de la salida del punto de luz. Esa será la primera fase.

Empezaremos por marcar la ubicación de las salidas que vamos a realizar. Por lo demás es una operación similar a la realizada en el caso del baño principal con los halógenos encastrados, aunque, en este caso, tendrá una mayor dificultad debido a que por tratarse de una luz colgante el agujero para el punto de salida será más pequeño que el de un halógeno, eso nos impide introducir la mano para localizar el alambre o tubo, en su caso.