Rellenamos de pasta la zona que nos permite la leve contención realizada. Tratamos de llegas a unos veinte centímetros de ancho pues es lo que va a ocupar los bloques de hormigón que usaremos para levantar la contrahuella del escalón.
Sobre la masa de cemento, o más bien en su interior, enterramos un trozo de la valla que estamos usando en otros proyectos para darle consistencia, a modo de riostras para la cimentación. De esta forma la masa de cemento ganará en rigidez para ser más adecuada como cimentación.
Por otra parte, con la pasta que nos sobre incluso después de hacer la cimentación, vamos a extender el escalón de acceso al lateral, no porque sea practicable ya que en esta parte no hay posibilidad pues el lateral está ocupado con un pilar de la obra de la casa, pero sí para evitar que el escalón sea el punto de embalse de las aguas que caigan y evitar que estas se embalsen, lo cual teniendo en cuenta que a poca distancia tenemos un grifo no es algo meramente ocasional.
