El primer paso es decidir qué queremos hacer. En este caso decidí que lo mejor era extender el escalón de la escalera principal, precisamente el primero, que realizaron con posterioridad a la escalera, cuando vimos que al haber incumplido las directrices (yo quería que el escalón pegado a la pared ya bajase un nivel pero ellos lo hicieron al nivel del suelo del sótano) el primer escalón, el inferior, quedaba a demasiada altura. Por ello este solo lo hicieron en el frente y no en los laterales.
Aprovechando que estaba realizando la obra del jardín excave un poco en la línea que prolongaría el escalón para fijar una madera cuyo objetivo es contener únicamente el cemento que ponga sobre dicha línea. Aproveché un resto de uno de los días de la obra del jardín para establecer una primera represa, por así decirlo, que más adelante pudiese contener el hormigón que sería la cimentación de los bloques de hormigón hueco que usaríamos para levantar el escalón casi al nivel del de la escalera.
Dejamos secar así la obra y retomaremos la misma cuando realicemos hormigón para la obra del jardín de la piscina. Este podría ser un proyecto en sí pero se convirtió en un asunto menor al compatibilizarse con la obra principal.
