Os dejé con el escampe de piezas:
Ahora ha llegado el momento de ir encajando. Pero mejor empecemos por el principio:
Así, de esta guisa se quedó la bicicleta en mi casa cuando la dejó el transportista ¡Y eso porque la opción de trasporte era gratis esa semana! Gracias a ello me ahorré subir las escaleras con los 60 kilos que pesa.
Lo primero, por tanto, desempaquetarla y comprobar que está todo. Pero antes de eso preparamos el suelo.
Este tipo de esterilla nos permite proteger el suelo de los puntos de apoyo al evitar roces en el caso que la bicicleta se moviera con el uso. Por otra parte evita en suelos muy pulidos que resbale, o que resbalemos nosotros al subir y bajar.
Una vez extendida la esterilla sí procedemos a desempaquetar las piezas más pequeñas, dejando el bloque principal aparte, para proceder a la verificación y recuento.
Hasta aquí todo va bien.