Y en el diseño no solo incluimos las decisiones sobre qué hacer, dónde ubicarlo y cómo hacerlo sino también con qué hacerlo. Los materiales son casi tan importantes como el propio despiece o más, pues ellos nos determinaran este en algunos casos. Debéis recordar que en las uniones una parte debe asumir el ancho de la otra, a menos que las realicéis a inglete o caja, y en ese caso serán ,as dos las que deban asumir el ancho de la otra pare, así que fijaros si puede cambiar vuestro despiece según lo hagáis con chapa de marquetería (de 3 a 5 mm) o tablero de banco de cuatro centímetros de grosor.
En nuestro caso, optamos por aglomerado cubierto con melamina para las estanterías interiores, que nunca se realizaron, ya que así hacia juego con las ruedas en madera, y DM para el modulo exterior, pues este material era más fácil para tratarlo con la fresa y hacerle las esquinas redondeadas, aunque eso nos obliga a lacarlo. Pensábamos que, con el tiempo, el niño sería más tranquilo y las esquinas cuadradas de la estantería ya no serían tan relevantes (ni peligrosas ante un golpe) mientras que la parte externa la queríamos lo más redondeada posible, cosa que solo es factible con materiales naturales y pintados. Cualquier recubrimiento pegado (como la melamina, formica o similar) nos lleva a una ejecución en esquina en, al menos, dos de las cuatro esquinas del paralelepípedo del tablero: Las dos que coinciden con la longitud del mismo. Podemos obtener un final curvo en las aristas que la unen al otro canto (no olvidemos que un tablero es un cuerpo en tres dimensiones y que el tamaño de una de ellas es común, el ancho, representado por los cantos) pero no en las que unen superficie y canto. Ahí solo podemos redondear mediante fresa y lija. Y eso solo lo podemos recubrir con pintura.
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