Hay manuales que indican que se ponga apoyada sobre la obra existente, en especial si se trata solo de roces, pero eso nos plantea el problema de recrecer la pared o techo a arreglar, ya que la venda debe quedar cubierta y, aunque sujeta, no es totalmente rígida por lo que podría llegar a crear barriga. Personalmente prefiero no usarla a menos que exista hueco por este problema de abombado.
En este caso el hueco llega hasta el aislante, por eso, aunque si es necesario pondremos también la venda en la última capa, prefiero usarla interiormente para dar consistencia a la pasta. En realidad haremos un mínimo de dos capas sin preocuparnos de la terminación antes de buscar que quede fina.
Una vez cortada la venda (vamos a cortar la cantidad necesaria para dos capas, como habíamos dicho aunque esperaremos que se seque entre las aplicaciones) seleccionamos la mitad de los cortes pues, como se puede ver, por el fondo amarillo que apreciamos detrás de la venda, la placa ha sido completamente comida, lo que nos hace una profundidad de 15 mm (en este caso) lo cual es bastante incluso para la pasta que vamos a usar. Por eso no podemos hacerlo de golpe.
