Ampliación jardín de la piscina

Una vez hemos limpiado la base del soporte que ya existía retirando con agua todo resto de tierra, polvo y trozos de hierba que le pudiera haber caído ponemos uno de los cubos que habíamos cortado, sí esos de los que hablamos al principio de esta fase y de los que no me he olvidado, aunque lo parezca, apoyando el borde, es decir la parte más ancha, sobre la obra existente.
Ampliación jardín de la piscina
Y usándolo como encofrado vamos rellenando de hormigón. Este puede ser un poco más líquido que el usado en la cimentación de los otros dos, pero no mucho más pues no hay forma de fijar el cubo y si fuese muy liquido se escaparía levantado el cubo. Además que cuando tiene exceso de agua el hormigón es más frágil. Poco a poco vamos rellenándolo con la paleta usándola para asegúranos de que queda uniforme y bien al fondo, ya que es allí donde hará la fuerza de unión con los tornillos.
Ampliación jardín de la piscina

Con ese relleno pasamos a poner el hormigón en el segundo de los soportes, el que queda entre las instalaciones que hemos ido realizando en otras fases de la ampliación. Aquí rellenamos toda la zona procurando que quede bien adherido a la obra ya realizada. Tenemos que usar la parte más espesa en la zona exterior para que nos sirva de dique y usamos la más húmeda en la parte más cercana al resto de obra, sea la piscina o las hornacinas.
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