Hace un año el país estaba al borde del precipicio… hoy hemos dado un paso adelante. Según un amigo mio chileno esas son las palabras con las que el dictador Pinochet inició el discurso de conmemoración del primer aniversario del golpe militar. Evidentemente la semántica de la unión de las dos frases no fue muy afortunada, pero salvo el choteo general en la oposición por el hecho no tuvo ninguna consecuencia.
Como tampoco ha tenido ninguna influencia la metedura de pata de la actriz Candela Peña en la ceremonia de entrega de los premios Goya. Y no estoy hablando de la famosa tarjeta con otro nombre que dejó ver, y que según la organización solo eran indicaciones para los casos en que la posible agraciada no iba a recoger el premio —de habersele concedido—, ni al hecho de pretender criticar al gobierno, al parecer con éxito pese a hacerlo mal. Me estoy refiriendo a que de sus palabras se desprende que su padre murió hace unos tres años. En realidad una simple investigación me ha permitido verificar que el deceso se produjo a finales del 2011.
No voy a entrar en la cuestión de si lo que ella pronunció es falso o no. Según el hospital San Lorenzo de Viladecans, donde tuvo lugar el fallecimiento, ni le falto agua ni le faltaron las mantas, según ella sí. Pero es que aunque le hubieran faltado, para empezar el hospital depende del gobierno autónomo catalán y no del gobierno central. ¡Y esa es la primera metedura de pata que nadie del PP se ha molestado en poner de manifiesto y llamar la atención sobre ella! Pero es que hay más. Aun asumiendo que la falta estuviese motivada por recortes fomentadas desde el gobierno central hablamos del 2011. ¡Y el señor Rajoy tomó posesión de su puesto el día 21 de diciembre, nombrando a su gabinete el día 22! Es decir que la segunda metedura de pata de la señora Candela Peña con este evento, si es que pretende dar a entender que es la política nacional la que fuerza a la Generalidad de Cataluña a recortar, consiste en que a quien en realidad criticó es al señor José Luis Rodríguez Zapatero que gobernó 355 días de los 365 de 2011 y cuyo presupuesto y política influyo, de hecho, hasta marzo de 2012, fecha en la que se aprobó el nuevo presupuesto. ¡Y esta segunda metedura de pata nuevamente no ha sido puesta de manifiesto en todos sus medios posibles, si es que tiene alguno, por el PP!. Lo dicho un fallo garrafal el de Candela Peña que, al igual que el de Pinochet, por la inacción práctica de sus contrarios ha finalizado como el mayor de los éxitos.
