Resulta cuanto menos curioso ver como las voces autollamadas liberales gritan, cada vez más, en apoyo de las medidas del gobierno referentes a las pensiones mientras tachan de bolcheviques a quienes le acusan de realizar un recorte social y de derechos.
Ciertamente podemos aceptar, viendo los datos que hoy, como en las etapas finales del gobierno González, salen a la luz pública que el sistema de pensiones, basado en el reparto y montado por los gobiernos del general Franco, cosa que muchos (entre ellos los sindicatos) parecen olvidar, se muestre insostenible, cual si de una monumental estafa piramidal se tratase.
Y posiblemente así sea.
Pero la solución no debe venir, en mi opinión, de parchearlo por el medio elegido: recortar las prestaciones a lo que contribuyen a él aumentando la edad de jubilación… y más en un país con cinco millones, aproximadamente una quinta parte de su población laboral, en paro.
Es lamentable que, en los momentos en que sube el paro, nuestro sistema de pensiones se revele como una estafa piramidal, de las que al faltar los nuevos contribuyentes se tambalean… pero es la realidad.
Retrasar la edad de jubilación, puede hacer que se haga real la caricatura que empezó a circular por Internet en la que un joven, de 20 años, herido leve en accidente de bici ve como sus lesiones se van agravando conforme le trasladan y «tratan» camilleros y paramédicos octogenarios hasta que, curado, le dan el alta para que pueda trabajar… sino fuera porque está en paro desde que dejó los estudios.
Está claro que la situación es insostenible pero su arreglo no va a venir del parche de retrasar la edad de jubilación… y máxime después de las medidas que se han ido adoptando en los últimos años y que sólo han agravado la situación.
Ha llegado pues el momento de reconocer y romper la falacia de la «caja única» de la seguridad social. NO EXISTE. No puede existir cuando sólo una minima parte de los beneficiarios contribuyen al sistema. En realidad el sistema de pensiones y el sistema sanitario, pues no olvidemos que están unidos en la caja… son insostenibles, no solo por su propia naturaleza, sino, principalmente, desde el momento en que se aprobaron las prestaciones universales.
Ha llegado el momento de reconocerlo y nacionalizar el sistema sanitario… Me diréis pero si ya está nacionalizado… ¡No! ¡Es falso! No está ni estará nacionalizado hasta el momento que viva directamente de los impuestos, concebidos como tal, y no de las contribuciones, obligadas pero especificas, de aquellos que trabajan. Un impuesto, por su propia definición y pese a lo que digan los medios de comunicación, no es finalista… no se puede poner para algo concreto. Otra cuestión es una tasa o una contribución a un servicio especifico.
Las pensiones y la sanidad, hoy día en España, son insostenibles más porque se han extendido más allá de sus capacidades que por su propia naturaleza… aunque está tampoco sea correcta.
Retrasar la edad de jubilación no es más que un parche… un no hacer nada y dejar el problema a los «hijos» políticamente hablando, adoptado precisamente por aquellos que se han garantizado su pensión… y una pensión máxima, con solo 7 bíblicos años de trabajo.
