Fe¿qué? año nuevo
Solo los muy optimistas encaran el año que se avecina con esperanzas de que sea mejor que el que estamos finalizando en estos días. Hablando con un amigo, hace unas semanas, me comentaba que lo del Madrid Arena iba a ser la puntilla para muchos. En parte porque incluso los jóvenes se están cansando de que les tomen el pelo. De que si se suspende un concierto de una banda puntera, o se cambia de fecha y deciden que no les interesa ir, tengan que esperar meses para que les devuelvan el dinero… y en algún caso ni lo hagan, mientras que si quien suspende el concierto es, pongamos por un caso, Isabel antoja o Monserrat Caballé, el dinero de las entradas se devuelve incluso antes de la fecha de celebración prevista.
Se están cansando que una copa servida en mesa en la feria, o cualquier otro elemento temporal y festivo provisional habitualmente ocupado por gente mayor de cincuenta, sean los mismo veinte euros que a ellos les cuesta en una masificada barra donde incluso las botellas están tapadas (en algunos casos no en todos) mientras que en el primero se la llevan a la mesa y se la presentan. Que en el mismo local, plaza de toros o estadio de fútbol regional donde mil personas pueden escuchar a cualquier folclórica, un mes después, quepan tres mil cuando el que va es el último rapero de moda.
Pero sobre todo los jóvenes, y los no tan jóvenes, se preguntan si realmente merece la pena celebrar una expectativas de mejora inexistentes o si quizás es más adecuado con los tiempos un barato botellón de alcohol de dudoso origen que nos ayude a olvidar las penas del día a día.
Los presuntos ladrones que nos gobiernan, digo los políticos que presuntamente nos gobiernan, hasta ahora no han demostrado ninguna valía… Ni los de antes (el P$O€) ni los de ahora. …salvo para meterse dinero en sus bolsillos y los de sus amigos, cuyo mayor exponente es la frase de una exministras socialista, que dijo en referencia a ese dinero que nos roban bajo el eufemismo de impuestos, “el dinero público no es de nadie”. No será de nadie cuando lo habéis robado, que antes era mio y de tantos otros que sufrimos y trabajamos (cosa que sinceramente dudo no que hagáis sino, en la mayoría de casos, que sepáis lo que significa esa palabra) duramente para obtenerlo.
Habéis convertido España en un lodazal inmundo del que dan ganas de irse, ya que no podemos plantarnos en la Carrera de San Jeronimo, o en las puertas de tantas cuevas de Alibaba llamadas parlamentos autonómicos y ayuntamientos, y haceros lo que os merecéis. Hay quién se enfado cuando cierto político llamó cáncer a unos cuantos de vosotros. Realmente sois peor que tumores, pues ellos solo pueden hacer lo que hacen, pues así se lo manda su bioquímica, pero vosotros os comportáis como ellos, rapiñando cualquier elemento sano y productivo de la sociedad, de manera voluntaria.
Ya ni os odio. Sencillamente dais asco, desde la extrema más izquierda y antisistema que se pueda encontrar al extremo izquierdo del partido comunista camuflado en las siglas de Izquierda Unida hasta la derecha más extrema que hace años que está anulada y que no se come una rosca con sus proclamas y sus esvásticas. Y por supuesto sus pequeñas versiones nazi-onalistas desintegradoras y filoterrorirtas de ETA-HB-Bildu-…etc. BNG, ERC,… hasta sus fascistoides grupos de extrema derecha nazi-onalcatalanista cuya política educativa y lingüística está tomada directamente de Mi Lucha: CIU, PNV…
Como dijo Javier Cercas «Sois peor que un cáncer», aunque reconozco que esto no es una verdad científica, solo una opinión.
