Chipre: pacto diabólico

Esta semana, la primera que no solo hemos visto a un Papa hablar de humildad y pobreza sino practicarla, pero también hemos visto que somos más débiles y pobres. Sí, más pobres, aunque parezca que seguimos teniendo lo mismo. Y eso porque se ha demostrado que nuestros ahorros no son nuestros, el dinero que tanto esfuerzo nos ha constado conseguir, el poco dinero que el estado no nos roba para financiar “sus sindicatos”, “sus partidos políticos”, “sus EREs” , “sus ITVs”, “sus aeropuertos”, “sus constructoras”, “sus empresas de eventos” y “sus bancos”, sí, sus bancos, esos que prestan dinero a los políticos y luego no se lo cobran mientras que a los ciudadanos normales, si no pagamos, nos quitan nuestras viviendas.

Y se nos había dicho que nuestro dinero, ese dinero que ahorramos poco a poco y que está depositado en los bancos, está seguro. Pero esta semana hemos visto que no.

Chipre, los bancos chipriotas, con el apoyo de sus políticos, han estado haciendo de la mitad de su isla un paraíso fiscal en el Euro. Un país sin apenas industria, como España, con unos ingresos basados principalmente en el turismo, como España, con la integridad nacional en entredicho, como España, aunque en su caso se trate de la invasión turca; que ha aprovechado sus bajos impuestos, en eso se diferencia de España, para atraer el capital de los oligarcas rusos, incluso la mafia, con una alta remuneración para sus depósitos.

Alta retribución derivada de la inversión de los mismos por los bancos en la deuda pública de mayor rendimiento de la zona euro: la de Grecia. Hoy día la deuda Griega ya no es un activo seguro, pero lo era, o eso se suponía, cuando los bancos chipriotas, siguiendo la estela de los alemanes y franceses, la compraron. Pero mientras que el rescate de Grecia, los rescates pues han existido varios, han dado tiempo a los bancos alemanes y franceses a colocar su deuda griega a clientes u otros destinatarios, reduciendo así porcentualmente su exposición, no ha pasado lo mismo con los bancos chipriotas. Quizás porque no se les dio tiempo, o porque su gobierno dispone de menos mecanismos para ello, al representar mucho más porcentaje del PIB, la riqueza de su país. De hecho un porcentaje que algunos cifran en el 700 o el 900 por cien (siete o nueve veces lo que el país produce) y la mayor parte del mismo es derivada de los fondos de personas y empresas ajeas a la Unión Europea.

De ahí las reticencias de Alemania y Francia, o mejor dicho sus gobiernos, a financiar el rescate de una banca que principalmente va a beneficiar a terceros.

Pero Grecia realizó la quita hace tiempo, antes incluso del rescate a la banca española. Entonces ¿por qué ahora?, ¿por qué, o quién, se ha hecho pública la delicada situación de los bancos chipriotas, poseedores de una deuda que no van a cobrar? Una delicada situación que va a obligar a Chipre a elegir entre hacer pagar la factura a sus propios ciudadanos, y no con recortes en unos supuestos derechos adquiridos e inalienables sino en sus pertenencias y ahorros, o hacérsela pagar a los oligarcas rusos y grandes fortunas, sabiendo que ello significa el final de su época de paraíso fiscal y bancarios y la perdida de esa importante fuente de riqueza.

Se nos dice que no es lo mismo que el caso español. En España los bancos no poseen un importante volumen de deuda pública griega, es cierto, pero en cambio poseen la mayor parte de la deuda pública española, autonomías incluidas, ¿qué pasara cuando sea una autonomía, una de esas que se ha negado a intervenir el ministro de hacienda Montoro, pese a la insistencia de la Unión europea? ¿Acaso la tasa del 0,2%, 0,02% o la que sea, que el ministerio ha aprobado para los depósitos bancarios no es lo mismo, aunque el porcentaje sea menor y u destino sea las autonomías? ¿Acaso, por mucho que el ministro diga que se impone a los bancos y no es repercutible, pensáis que estos no la van a cobrar a sus clientes, naturalmente vía comisiones y probablemente cobrando más a aquellos clientes con depósitos menores con lo que los que menos tienen financiaran a los que más? Y visto lo visto uno solo puede preguntarse, ¿cuánto tiempo tardaran nuestros ahorros en estar en la situación de los chipriotas, sobre todo si las autonomías acaban realizando un default a la griega?

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