Agustina de Aragón, Playmovil y el feminismo fanático
Hoy iba a realizar un nuevo artículo off-topic sobre las más que probables elecciones en Navidad, o las alternativas posibles que pueden llegar a ser casi peores. Pero pese a lo importante de lo acaecido esta semana hay otro hecho del que oí alguna referencia por la radio pero del que he tenido más detalles en varios blogs amigos, en especial en el magnífico artículo del blog de Ramón a propósito de la colección de muñecos históricos de Playmobil y varias declaraciones, incluso he oído denuncias, de feministas fanáticas… tanto que el feminismo se está convirtiendo casi en una yihad tan similar a la islámica y contra la que, salvo excepciones, las primeras no se suelen pronunciar.
Dicen los chinos que es mejor no vivir en «tiempos interesantes», es decir en los tiempos que suelen aparecer largos y detallados en los libros de historia, más que nada porque esos «tiempos interesantes» suelen ser tiempos difíciles y problemáticos, tiempos de guerras. Y las guerras, salvo muy pocas excepciones, las han llevado a cabo los hombres, mal que les pese a todas estas feminazis.
Hay excepciones, sí, a las que Playmobil podía dedicar algún muñeco especial, pero son eso: excepciones. Agustina de Aragón fue una de ellas. De Aragón, pese a haber nacido en Barcelona, porque siempre defendió la independencia y la unidad de España frente al invasor francés. Tras su actuación casi casual, ella iba a llevarle algo de comida a su marido, un cago artillero que está en el frente de la defensa de Zaragoza, y viendo muertos a todos los defensores, él incluido, tomó una mecha y disparó el cañón frenando el avance francés y dando tiempo a la llegada de una nueva compañía de defensores. Tras ello solicitó al general Palafox incorporarse a la defensa y fue admitida en la artillería llegando a subteniente. ¿Podrías nombrar a algún otro subteniente de artillería de la guerra de la independencia española? Probablemente no, pero eso evidentemente es porque ella era la excepción y no la norma.
Cierto que no es la única, varias reyes en los reinos castellanos representan en España una excepción a una Europa en la que imperaba la ley Sálica que impedía el reinado de la mujer, ley que como otras francesas impuso en España el Borbón Felipe V, hasta que fue derogada por Fernando VII, precisamente pos solo tener descendencia femenina, lo mismo que le paso pese a sus múltiples matrimonios a Enrique VIII de Inglaterra.
Pero ante eso vivimos en el nuevo 1984 donde de orwelianas maneras todo aquel fanático al que no le gusta la historia, y no me refiero a su estudio sino a los hechos acaecidos, simplemente se la inventa, y acusa de fanáticos a aquellos que se niegan a aceptar su visión. Pero ya lo dice el refrán: cree el ladrón que todos son de su condición.
