Técnicas de Belén: Construir un río.

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En esta ocasión os voy a hablar de algo que no he construido. Cierto que me he documentado y colaborado en la realización de una versión más sencilla, pero como a fin de cuentas no era mi Belén no he podido llegar a influir más que hasta cierto punto.

Así pues de las tres capas que os voy plantear solo dos llegamos a usar, las más básicas, no realizando la capa de embellecimiento, que es la que nos permitiría gozar de un río con aspecto real. El plástico, en el Belén montado con mi padre, quedaba claramente a la vista. Esa es una opción que bien por decisión propia, bien por necesidad, se utiliza en muchos Belenes.

 

Belén. El Río

En todo caso esa es una decisión que deberemos tomar antes de ponernos a la faena, ya que la inclusión de esta capa nos hace precisar un río más hondo, aparte del grosor de la propia capa, para evitar desbordamientos, y algo más ancho, por la propia capa.

Por orden de realización estas son:

Cauce o base. Que podemos realizar en escayola o expandido. En ella deberemos crear un hondo lo bastante ancho y profundo como para contener las demás.

Aislante. Generalmente un plástico grueso, aunque nos valdría cualquier material impermeable y flexible.

Lecho o apariencia. Esta será la capa más visible. Hay quien, ante los problemas técnicos, prefiere dejar a la vista la capa anterior limitando esta a la parte superior, incluso quien no pone nada en absoluto permitiendo la completa visión del río como capa de plástico. Otros, por el contrario, optan por realizar coberturas más o menos elaboradas de materiales resistentes al agua, e incluso acuofilos, como puede ser capas de musgo de río. También deberemos tener en cuenta que si esta capa se compone de elementos susceptibles de sufrir el arrastre de la corriente de agua deberá ser mayor la complejidad de la parte de ingeniería.

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