Continuación del artículo de octubre.
Naturalmente el estado penoso de la vaya después de solo tres años de la entrega hacia necesario eliminar por completo la pintura. No tengo fotos de los trozos peores, ya que inicialmente no la fotografié, salvo el único aspecto que pensaba compartir con vosotros y que es la instalación del buzón de correos.
Tratamos de aplicar un conversor de oxido… pero como la pintura esta suelta, además de no proteger la valla la única solución es eliminarla.
Aunque puntualmente, curiosamente en esa parte no está demasiado dañada la pintura, la posición provisional del buzón mediante alambre también ha manchado de oxido la misma.
Como siempre, debo reconocer, las cosas que se hacen «por ahora» acaban, en ocasiones, convertidas en casi permanentes. Así que aprovecháremos este paso para fijar definitivamente el buzón en su posición, asumiendo que no nos entretendrá demasiado.
Aun con este pequeño añadido el tiempo que le pensaba dedicar a este proyecto era, aproximadamente, una semana o semana y media, no pensando dedicar más de una hora, en la práctica, a lo relacionado con el buzón. Sin embargo la experiencia me ha demostrado que los cálculos eran muy optimistas, como veréis en los próximos artículos.