Continuamos viendo como tenemos que ir todos a una en la autopromoción.
Soy consciente que sin el apoyo de mi esposa no habría conseguido llegar a término la construcción de la casa. Hay momentos que si no hubiera sido por ello habría acabado por tirar la toalla, buscando otras soluciones y la venta del mismo, entonces que la venta estaba bastante mejor. También fui testigo hace veinticinco años de algo similar, cuando mis padres ya optaron por la autopromoción. En ese caso la situación se complicaba más ya que tanto mi hermana como yo éramos adolescentes, por tanto con opiniones y puntos de vista propios, mientras que en la actualidad, mi hijo tiene cinco años, y durante la construcción no paso de tres, por lo que tuvo poco que opinar.
De hecho puede decirse que empezamos el proyecto antes de su nacimiento. Residiendo en un piso de 70 metros, con solo dos habitaciones y una de ellas dedicada a despacho, la reforma, eliminando el despacho, cambio de casa o la construcción de una nueva era un paso previo necesario para plantearnos tener familia, aunque al final acabamos un poco agobiados con el tema del tiempo.
