Hay quien dice que sufre depresión al acabar las vacaciones y volver al trabajo… no sé si me pasará, pero este año, ante el montón de cosas por hacer… algunas de bricolaje, las más, otras no, al final me desaminé.
No sé si llegó al punto de considerarlo depresión o si simplemente fue desanimo.
El caso es que finalmente, entre papeleos y cosas de la casa he realizado un drástico parón, dejando todos los proyectos a medias, durante dos días, haciendo cosas que no son exactamente bricolaje y me he ido de compras… de informática.
Y para finalizar lo cuento aquí, porque me siento muy solo. Espero que, tras esto, mañana me encuentre con más ánimo para seguir… y lo dejo aquí porque el horno esta pitando y tengo que sacar al pollo antes que se queme.