El problema ocurre, como todos los problemas, en el peor momento, en el más inoportuno, justo antes de empezar las fiestas y al inicio del fin de semana.
En este caso el problema es la ruptura del carro de las botellas de butano, bueno en realidad de propano, pero con el tamaño pequeño que todos asociamos a las bombonas de butano, que cada semana tenemos que reponer en la instalación de la caldera de calefacción.
La cuestión sobre porque usamos bombonas pequeñas es algo que me llevaría varios artículos narrando la mala fe o incapacidad del personal supuestamente profesional de la construcción, así que lo dejaremos para otro momento.
Naturalmente las únicas dos opciones son sustituirlo o arreglarlo. La sustitución implicar ir a buscar el comercio adecuado lo cual en estos momentos no es posible, por motivos que no vienen al caso, así que la única opción es apartar otros proyectos y proceder a su arreglo, con diversos materiales que tenemos por el taller.
Rebuscando recopilamos una barra de acero, tornilleria varia del 6, una varilla de la misma rosca y arandelas del 6 y del 8.
Sujetamos un par de tuercas en el tornillo de mesa separadas un par de centímetros para que nos sirvan de apoyo y sujeción a la varilla roscada y poder cortar esta al tamaño adecuado.
También es importante dejar tuercas a ambos lados del corte ya que el paso de estas de «dentro hacia fuera» nos permitirá reparar los daños que la rosca sufrirá por el corte de la varilla.
