Algunos me criticaron hablar de la renaciente clase media la semana pasada. No por ella en sí sino por indicar que la clase media renació durante la dictadura. Pero es que aunque a muchos no les guste es la única y pura verdad: España solo ha tenido, o empezado a tener para ser exactos, clase media en dos periodos concretos: la dictadura de Primo de Rivera y la dictadura de Franco. Lamentable pero cierto. Y en ambos casos en una supuesta democracia, como fue la Segunda República española y la monarquía actual, la clase media es perseguida, acosada y destruida.
En el caso de la Segunda República, fue el ascenso de la ultraizquierda, vestida de partidos republicanos moderados en 1931 y de coalición de izquierdas en 1936 los que persiguieron y atacaron a la clase media por el método de reducir y eliminar las leyes que defendían la propiedad privada, aunque es cierto que no fueron los que acabaron con ella: fue el levantamiento militar y la guerra lo que acabó con la clase media, sí, pero eso solo hizo que acelerar el proceso. La guerra acabó con la clase media desangrándola de jóvenes en edad de procrear, reclutados forzosos en ambos bandos (lo mismo que en otras clases, eso es cierto) y arruinando a sus mujeres bien con los gastos de la vida diaria, bien con la incautación de sus bienes. Pocos sobrevivieron sin hundirse en la miseria, los negocios se veían obligados a cerrar, ya que si no trabajabas, casi gratis, para los jerarcas de la república y sus partidos anticapitalistas (en la zona republicana, Valencia capital más concretamente) te robaban la maquinaria, bajo la figura legal de la incautación.
En cuanto al otro lado no sé si durante la guerra también fueron perseguidos, pero tras la misma seguro que pasaron a caer en la miseria con la carestía creada.
Y mal que a algunos les pese fue ese mismo régimen el que a partir de mediados de los cincuenta creó la situación política y las leyes que permitieron el renacimiento de la clase media y el progreso de aquellos que no eran especialmente afectos al régimen, siempre que no fuesen contrarios a él claro. Una clase media que fue aumentando y creciendo hasta llegar a ser la mayor parte de la población española en 1975 cuando el dictador Francisco Franco murió tranquilamente de enfermedad, en su cama y en el puesto de Jefe de Estado, sin que sus enemigos de la izquierda consiguieran alejarlo siquiera milímetros del poder.
