¿Dejará de ser España un país de propietarios?

¿Dejará de ser España un país de propietarios?

He estado dudando si seguir con esta serie o si hacerme eco de mis reflexiones de la semana pasada en el otro blog, el de fantasía. He decidido que aunque os enlazo por si queréis leer las mismas, dentro de las limitaciones que me impone la situación seguiré con la serie, sobre todo porque este artículo lo voy a programar el domingo anterior y aún estoy a tiempo de eliminar este primer párrafo si las cosas cambiasen.

La semana pasada introdujimos el intento anglosajón (estadounidense) de favorecer el crédito y bajar los intereses vía «venta» de los créditos. La idea básica que radica bajo esta ley es un claro engaño, hablando claro una estafa, sin embargo, ninguno de los intermediarios financieros implicados cayó en ello: Si el interés representa la probabilidad de impago (al menos en una parte) y por ello a mayor probabilidad de impago más interés te va a exigir el banco, bajarlos artificialmente por la vía de permitir al banco vender el crédito a un tercero, a menos valor de la diferencia entre los intereses que cobraría el banco(*), es trasladar el riesgo a ese tercero sin trasladarle el posible beneficio.

Las consecuencias todos las conocemos: los bancos prestaron dinero a quien nunca se la habrían prestado (por muy alto que les permitiesen poner el interés) con la garantía de un valor (la vivienda) que cuando se depreció llevo a la quiebra a aquellos que habían comprado dichos créditos: Algunos bancos de inversión que actuaban de intermediarios y que durante días, incluso meses, tenían esos créditos para obtener mayor beneficio que si los intermediaran por una comisión, bancos europeos y fondos de inversión extranjeros que invirtieron en comprar dichos créditos.

(*) Me refiero a que si un crédito de 100.000 da un 10% de interés (a lo largo de toda su vida) este vale 110.000. Si el banco por tramitar e intermediar se queda un 1%, vale 108.900. si el banco lo vende por 105.000 porque ha bajado los intereses de forma que a lo largo de toda su vida sea un 5% lo hemos bajado, pero a consta de engañar al comprador con unos intereses que representan un menor riesgo del real.

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