Enfriamiento casero

Llega el verano y con él los calores. Y si bien estos nos permiten disfrutar de la playa o la piscina también nos hacen sudar y sufrir. Y lo mismo que a nosotros a nuestros ordenadores. Con la salvedad de que mientras nosotros podemos refrescarnos con un baño, en la piscina, la playa o simplemente en la ducha, a falta de mejor opción, los ordenadores no disponen de esta posibilidad y el calor les afecta igual que a nosotros y puede llegar a dañarnos.

Dos cosas son posibles: que se queme el procesador o que se dañe alguno de los discos. Y varias son también las posibles alarmas. Una de ellas, si el problema está en el procesador es que el ordenador empiece a pitar. En ese caso el mejor consejo es apagarlo cuanto antes. Otra es que el empiece a hacer cosas raras, fallos en lecturas, programas que hacen cosas raras, errores en documentos o imágenes que degeneran pueden ser causados por el calor.

En este caso lo mejor es ventilar el equipo lo mejor posible, tener siempre copias de seguridad y, en casos extremos, recurrir a ventilación externa.

Y cuando digo externa me refiero a externa, como podéis ver en la foto. Un ventilador lanzado aire sobre el ordenador abierto, mientras con una conexión externa salvamos los datos del disco que empieza a fallar por el calor.