Una vez retirada la puerta podemos retirar y fijar en la nueva posición el soporte inferior.
Y rápidamente fijamos la puerta para retener el frío.
Luego ponemos el soporte intermedio. Aquí lo separamos con arandelas, ya que el inferior no lo hemos separado en absoluto. De esa forma compensamos un poco la separación superior. Aunque de momento la ponemos ajustada y dejamos un día para que el congelador recupere el frío.
Al día siguiente montamos la puerta, separando la bisagra con la tuerca y pusimos a funcionar la nevera. A día de hoy aún está funcionando.
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