Ante el problema que dejamos el último día solo cabe una solución: dar la vuelta a la puerta para aprovechar la sujeción del otro lado, que sí está correcta. Pero eso, puesto que el soporte entre ambas puertas es compartido, nos obliga a cambiar la apertura del congelador.
Aunque la nevera tenga dos motores, para trabajar sobre ella la hemos desenchufado. Sin embargo, hasta el último momento hemos mantenido en marcha el motor del congelador. De hecho, los dos días anteriores al cambio habíamos subido la potencia de esté, hasta situar la temperatura en 25 bajo cero de forma que aguantase el tiempo del cambio, pero esto nos plantea un problema aunque e n el otro extremo ya están preparados los agujeros y solo haya que retirar las protecciones de los mismos.
Retiramos los tornillos, aguantando la puerta cerrada hasta el último momento.
Solo entonces retiramos la puerta, pues aunque los cajones aguantan algo el frío no lo hacen de forma completa.
One comment