Una vez cambiada la dirección montamos todo el conjunto en su lugar. Uno de los problemas principales de proceso ha sido que al retirar la llave de entrada del agua de la piscina la tubería se ha convertido en punto de salida y parte del agua de la piscina se ha salido sobre nuestra zona de trabajo.
Y una vez montado volvemos a comprobar cómo queda la trampilla viendo que ahora sí tenemos fácil acceso a la llave de paso. También comprobamos que no hemos alterado el marco y que sigue siendo cuadrado.
Lo siguiente ya es preparar la hornacina que va a coronar la trampilla, para eso clavamos un par de zunchos de hierro en la línea que tienen que formar los ladrillos en la parte más separada del nuevo muro.
Mientras que en el muro taladramos tres agujeros que con sus respectivos tacos serán los que soporten el marco de la trampilla, debido a que en esta parte no tenemos ya punto para apoyar.
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