Una vez seca la cimentación llaga el momento de poner los dos bloques de hormigón que vamos a usar como contrahuella del escalón. Empezamos presentándolos para confirmar que no caben.
Pero cuando analizamos el porqué, los motivos por los que no caben los bloques comprobamos que el problema es que los laterales no son lisos hasta el suelo, o en este caso hasta la cimentación, sino que tiene algunas excrecencias o salientes con los que choca el bloque.
Aprovechamos que hemos preparado la amoladora o radial para rebajarle algo de altura a los bloques y de este modo conseguir espacio para la masa de cemento con la que lo uniremos a la cimentación y también para la losa de hormigón con la que lo completaremos.
Y por supuesto recortamos la esquina que va a ir en el punto donde tenemos los salientes de la escalera que vamos a continuar para permitir que el bloque se asiente por completo en la cimentación.
