Después de ver que teníamos que atar el compostador para que no se nos volase tuvimos un segundo problema que se resolvió por la vía rápida… y es que teníamos que asegurarnos también que no se abriese la tapa por causa del aire.
La opción más inmediata y a la que recurrimos fue sujetarla con dos trozos de cable eléctrico, pero el problema es que lo mismo que por encima, estos pasan por debajo y a diferencia de encima, se mantienen cuando se abre y lo rellenamos dificultando la introducción de los restos
La solución para eliminar los cables interiores que son los que dificultan la introducción de los restos es fijarlos en los puntos por donde sale el cable, para ello usaremos unas placas que nos permitan sujetarlo y eliminar los tramos interiores. En esta primera prueba usaremos planchas de enlace usadas para sujetar maderas de forma plana.
Hemos usado las más pequeñas que hemos encontrado, pues no queremos que las piezas de sujeción nos impidan cerrar el compostador, luego comprobamos que disponíamos de más margen del que pensábamos y esa experiencia la usaremos en otros montajes
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