Como tenemos varios bombines de la misma llave probamos con otro este más corto sí nos vale.
Una vez introducido el bombín que la lleva a su lugar, sin ni siquiera intentar fijarlo, tratamos de cerrar la puerta… y nos encontramos con que choca contra el marco. Para asegurarnos que el bombín no interviene lo probamos tanto con el nuestro como con el bombillo original de la cerradura.
El problema es que es ligeramente más profunda que la original, tan ligeramente que no se ve si las comparamos a simple vista (y entonces me pregunto cuanto más se iría la que trató de colocarme el vendedor de Leroy Merlin que a simple vista ya se iba) pero si montamos el bombín para que atraviese ambas vemos la diferencia:
Luego el resultado final es que tenemos que volver a devolverla y cambiarla por otra.
Me ha gustado el blog, todo bien explicado, que en estos tiempos que corren todo lo que pueda hacer uno mismo mejor! Asi te ahorras unos durillos a la vez que aprendes.
Un saludo! 😉