Ampliación jardín de la piscina

Una chapuza no arregla otra, pero sí puede evitarnos algo de faena. Por ello no es que me consolase mucho que aquellos que instalaron la piscina hicieran la chapuza de poner una caja de empalmes, una vulgar y estándar caja de empalmes, como las que puedes tener en cualquiera de las paredes, que dejaron enterrada en el suelo sin más protección que algo de sellador plástico y cinta americana.
El único consuelo, que ya sentí nada más ver el plástico, es que si estaba correctamente aislado habría frenado el agua que pudiera meterse por el tubo y nos permitía evitar tener que profundizar más de un metro en la excavación.
Al encontrar el plástico tuvimos que cambiar la forma de excavar pasando de las grandes herramientas a las pequeñas, con técnicas casi arqueológicas, para retirar las tierras que la rodean procurando hacer el mínimo daño posible.
Ampliación jardín de la piscina
Aunque pese al cuidado que hayamos llevado, es imposible evitar los daños por la degeneración de un material demasiado frágil para el medio en que ha sido colocado y que se acaba de romper al retirarle la cinta americana.
Ampliación jardín de la piscina

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