Objetivos o medios

Soy consciente que he abandonado mi serie sobre la reforma política, o más bien fiscal, en esta fase; pero la actualidad manda. Se aproxima el 15M, el primer aniversario de las manifestaciones masivas que muchos, inicialmente, apoyamos hace un año y consideramos que era la única solución para sacar España del atolladero en el que nos había metido un gobierno que había realizado actos ilegales, destrozado voluntariamente (aunque con ayuda exterior) la economía y traicionado a la nación (y no necesariamente todo con los mismos actos). Algunos llegaban a albergar dudas, por suerte infundadas, acerca de si ese gobierno aceptaría un resultado electoral adverso.

A nadie se nos oculta que fue la conjugación de dos elementos tan dispares como el 15M y la presión de los acreedores internacionales de España lo que motivo las elecciones anticipadas.

Se acerca el 15M y nuevamente surgen las convocatoria a realizar manifestaciones y acampadas, sin las preceptivas solicitudes legales o contra las denegaciones, apoyadas incluso por los jueces.

Pero la situación ha cambiado.

Un gobierno recién nacido de las urnas, aunque con medidas, que muchos de sus votantes no aprueban, contrarias a su programa electoral ha conseguido dar cierta credibilidad en el exterior. Y no nos engañemos: esos mismos que se apoyaron en las manifestaciones del año pasado para hacer palanca y provocar las elecciones hoy día impulsaran una respuesta drástica y apoyaran medidas duras, porque es lo que beneficia a sus intereses.

Porque esa el la cruda realidad: un estado, un gobierno, igual que una familia, no puede gastar indefinidamente más de de lo que gana. Podemos culpar a los bancos, por habernos prestado dinero cuando, ley en mano, no deberían haberlo hecho, pero es indudable que muchos (como país y algunos como familias) hemos gastado lo que no teníamos y ahora toca pagar.

Y eso no lo van a cambiar algaradas y manifestaciones callejeras. Con ellas podemos escenificar nuestro descontento, pero si derivan en otra cosa se nos volverán contraproducentes, pues muchos de los que antes las apoyaban ahora estarán en contra. Es pues el momento de afinar en medios, y fines. En cual es nuestro objetivo y en que debemos hacer para conseguirlo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *