Identidad Valenciana

El pasado veintinueve, el diario valenciano Levante publicó una encuesta del CIS sobre los sentimientos de los valencianos. Aunque está mucho mejor el artículo en la edición de papel que la breve entrada en la edición digital, como comprenderán solo puedo enlazar a esta.

Según el estudio solo el 1,3% se considera únicamente valenciano, mientras que el 63% indica sentirse tan español como valenciano y un 27% más español que valenciano, lo que no deja de ser curioso si tenemos en cuenta el gran número de inmigrantes que han venido a esta tierra, tanto en los prósperos años 60 del desarrollismo como durante la época dorada de la construcción del os años 1998 a 2004. Por otra parte eso nos deja con cerca de un 8% que no se manifiesta.

Lo cierto es que, como muy bien supo mostrar el autor de la letra de nuestro himno, Maximiliano Thous, el sentimiento valenciano, desde los añejos tiempos en que este reino fue rescatado para el cristianismo y para esa entidad etérea llamada España por el Rey Jaime primero (etérea en aquellos momentos) la identidad de los Valencianos esta incorporada a nuestra pertenencia a España, a esa España que sin ser un estado unificado convocó a tres de los cuatro reyes cristianos y españoles a la batalla de las Navas de Tolosa.

Pero lo bien cierto es que si hubieran preguntado si se sentían catalanes probablemente el 1,3 desaparecería, quizás incrementándose un poco a costa del 8% que no aparece reflejado. Y es que ciertamente el sentirse no-español es el denominador común de todos los vasallos del imperialismo nazional-catalanista que trata de imponerse en nuestra tierra y en Baleares. Por eso, para muchos, es importante la separación lingüística (independientemente de criterios más o menos científicos discutibles: está claro que un día Nebrija escribió su Gramática, dedicada a la Reina Isabel I, y ese día se consumó la separación formal del Español y del Latín) que marca nuestro estatuto y por eso los devaneos pan-catalanistas (y unionistas en materia lingüística) de la AVL no son sino un alejamiento del PP (y por supuesto del principal impulsor de la unión lingüística: el PSOE) de los votantes que hasta ahora solo ha pagado el más descarado de ambos, pero que a partir de ahora va a empezar a pasar cuentas al PP conforme se empiecen a afianzar opciones distintas a nivel nacional como UpyD o Foro España.

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