Días de reflexión

Hoy es viernes y hasta el fin de semana no intentaré ver si funciona la bomba de la piscina, bueno las tuberías, o si necesitan un tratamiento mayor. Así pues poco puedo contaros al respecto, y menos de arreglos de bricolaje en una casa dónde no sé si seguiré el próximo año.

Así que he pensado que puedo machacaros con otro off-topic sobre las elecciones, que aunque no lo creamos nos afecta a todos. Y empezaré por lo que más os va a sorprender el análisis de los principales perdedores de estas elecciones.

Y empecemos de mayor a menor perdedor:

El PP.

Sí, sé que me diréis que siendo la fuerza más votada y tal como ellos pronuncian «han ganado las elecciones». Pero mi visión es distinta: un partido que ha perdido un tercio de los votos de ese mismo tipo (de cuatro millones a dos y medio) pero que si lo comparamos con las elecciones anteriores (a nivel nacional) ha bajado de once millones a dos y medio, lo que significa que apenas conserva un 20% de su electorado, no creo que se pueda considerar que «ha ganado», por mucho que sea el más votado.

Y si miramos el panorama que ha quedado a su alrededor la derrota es aún más absoluta: De los partidos existentes solo VOX, ocupando el espacio propio del PP y abandonado por este, y Ciudadanos, ligeramente a la izquierda de las posiciones teóricas del PP son partidos que estarían dispuestos a pactar con él tras unas hipotéticas generales (o en los muchos municipios y autonomías que van a quedar al albur de pactos) pues ya hemos visto en Asturias que en cuestión de pactos UPyD tira al monte, o sea a su pasado socialista, y antes pacta con el PSOE que con el PP.

Por lo que respecta a los resultados de los posibles aliados VOX se ha quedado a las puertas de un diputado (según las fuentes entre 3000 y 50000 votos, supongo que los primeros porque miran lo que les habría faltado en el reparto según la fórmula D’Hondt y los segundos por comparar con el partido inmediatamente más votado que sí ha obtenido escaño) mientras que Ciudadanos ha obtenido dos escaños. En total unos 750.000 votos que se pueden convertir en un millón, o en nada, en las próximas, pero que son los únicos que en algunas condiciones (y sin darle carta blanca) podrían estar dispuestos a pactar con el PP sin romper España.

Izquierda Unida:

Puede resultar paradójico incluir en la lista de perdedores a un partido, bueno una coalición, que ha duplicado en votantes, pero si vamos a la letra pequeña del entorno y de las posibles debilidades vemos que no es tan perfecta la victoria como la venden. Por un lado no han recogido todos los votos que era de esperar, que en otras situaciones similares de desgaste de los socialistas habían obtenido, en Andalucía y Extremadura, dos de sus feudos principales. Y lo peor, para ellos, es que los motivos de esa pérdida son exactamente opuestos:

En Andalucía muchos votantes han pagado su coalición de gobierno y sus actos populistas votando al principal partido del gobierno: al PSOE. Mientras que otros muchos han castigado la presencia en el gobierno que no acaba de gestionar la crisis y que día a día se ve cada vez más implicado en los fraudes de los ERE y los fondos de formación. La participación y la imputación de militantes sindicales y de la coalición en los mismos es indudable que les ha restado votos.

Por el contrario, en Extremadura, el no apoyar la moción de censura del PSOE que tenía como único objetivo este desgaste, o en el caso de ganar la retirada de las denuncias interpuestas por la Junta de Extremadura contra los anteriores gobernantes (del PSOE y por tanto impulsores de la moción) les ha hecho perder votos pues algunos han puesto por delante de la regeneración la cantinela del PSOE de «permiten gobernar a la derecha».

Pero con todo y con eso lo más grave para ellos es que en amplios sectores de izquierda, sea por los escándalos existentes, sea por pactos como el de la renovación del Consejo del Poder Judicial, son vistos como parte de los partidos establecidos y, a diferencia de la derecha donde no salen alternativas electoralmente viables, estas elecciones significan el nacimiento de una alternativa de izquierdas que se manifiesta como electoralmente viable, en algunos casos incluso ganadora en votos frente a la coalición, como es Podemos, que a medio plazo podría significar la muerte de esta coalición, antes incluso que la de otros partidos de la izquierda.

CIU:

Aunque coaligado con otros ellos son los terceros perdedores de estas elecciones, pues su apuesta soberanista lejos de rendirle frutos lo que ha propiciado es que su electorado se eche en manos de quien debería ser su mayor rival ERC. Pero ellos se niegan a verlo.

Poco más voy a opinar al respecto salvo que espero que la guerra que han iniciado (pues que otra cosa es si no su proceso de independencia) no acabe salpicándonos demasiado a los valencianos.

PSOE:

Evidentemente los únicos que han reconocido la derrota no podían faltar en la lista, aunque los pongo al final pues si hacen un correcto proceso de regeneración puede ser hasta beneficioso para ellos, sin embargo, si nuevamente cierran en falso esta crisis, abandonando la regeneración o eligiendo a otra nulidad, como en su día fue José Luis Rodriguez Zapatero, es posible que veamos a este partido obtener aún menos votos y que en futuras elecciones el jefe de gobierno llegue a llamarse Pablo Iglesias.

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