Seguimos con algo de obra para proteger el tubo, no olvidemos que una parte del mismo, que ha estado expuesta a la intemperie demasiado, la hemos tenido que sustituir. Por ello acotamos una parte que se quedará pendiente debido a la instalación de la hornacina de la llave de paso del agua y tratamos de tapar el resto. Excavamos una pequeña regata para cimentar el soporte.
Sobre la regata que hemos hecho echamos parte del cemento para que nos sirva de cimentación del soporte. Hay que tener en cuenta que aunque parezca débil realmente no deberá aguantar demasiado ya que en relativamente poco tiempo realizaremos la hornacina de aguas y acabará con relleno en ambos lados.
Como soporte usaremos un bardo, una pieza de ladrillo habitualmente usada en techos no pisables, ni demasiado grandes, que cortamos por la mitad para usar sus fragmentos.
Además de sujetarlo a la cimentación y a la obra de suelo de la depuradora aprovechamos para fijar las barras que nos sirven de soporte para la manguera. De esta forma no solo fijamos estas sino que el soporte adquiere algo más de sujeción.
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